El final



Tras  dos semanas ocupada en no hacer nada y sin ganas para hacerlo, por fin me decido a escribir de nuevo en el blog.

Tras haber dedicado mi tiempo a leer y ver todas las películas y series que no he visto durante el curso, no voy a decir que eche de menos el estresante ritmo de vida de estos últimos meses, pero sí el hecho de tener un objetivo que alcanzar. 

DAI 2 me ha gustado mucho más que DAI 1, en el que me sentía bastante perdida.

No obstante, me he quedado con la sensación de que podría haber dado más de mí. Se han quedado varias cosas en el tintero, como unas entrevistas fantásticas que hicimos en el Rastro y que no quedaron reflejadas en ninguna parte por falta de tiempo. No prometo nada, pero intentaré subirlas al blog algún día de estos.

Tampoco he aprendido a dibujar correctamente las proporciones humanas (ahora que estoy empezando a dibujar más me doy cuenta), a hacer paneles ni a expresar gráficamente un sentimiento. Ni a saber qué tipografía utilizar, la verdad.

Sin embargo, me llevo de DAI 2 la importancia del proceso de proyectar, las distintas herramientas para hacerlo, la capacidad crítica (aunque creo que me queda muuucho por mejorar en este aspecto) y las ganas de hacer muuuchas derivas. Ah, y la oportunidad de conocer mejor el Rastro y mi ciudad.

Quiero darles las gracias a los profesores por la magnífica charla que nos dieron, por ser personas tan magníficas, por las ganas que se nos han quedado a muchos de tomarnos una cervecita (bueno, en mi caso, un tinto de verano) con ellos porque sentimos que vamos a aprender mucho de ellos no solo para la arquitectura, sino también para la vida.
Por las críticas "desde el amor" pese a los momentos de tensión, por los ánimos y por las regañinas que nos merecíamos, por darnos la oportunidad de asistir a las charlas de Peter Cook.

DAI , pese a no dejarme tan impactada como a algunos de mis compañeros, sé que va a dejar una huella imborrable en mi memoria, en mi carrera y en mi forma de trabajar.

Después de todos los quebraderos de cabeza, del trabajo y del esfuerzo, de estar en mi cabeza incluso haciendo otras cosas... Al acabar solo me ha quedado la impresión de que no ha sido para tanto, de que podría haber dado más de mí. Pero sé que se me quedará en el "cerebelo reptiloide" la forma de ver la vida y el arte abstracto.

Me habéis enseñado el valor del dibujo expresivo, de enfrentarse a un papel en blanco, de no apreciar este arte como si "pudiese hacerlo hasta un niño de cinco años", de darle valor a romper con todo.

Así que, después de todo, solo queda despedirnos con un "Hasta luego".

Después de todo.... GRACIAS.

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