Olor a libro viejo
Hoy he ido al Rastro y en la calle Santa Ana he visto una librería de segunda mano con el cartel de LIQUIDACIÓN POR CIERRE.
Y es que debido a los gigantes como Amazon , hay muchas tiendas que están cerrando. He pasado por una librería de segunda mano que está en liquidación por cierre hasta el 15 de marzo (abre de martes a viernes de 17 a 20 y fines de semana de 11 a 14, por si le interesa a alguien).
Me da muchísima pena que la mayoría de los comercios que cierran son librerías, a este paso van a terminar siendo un mito.
Para mí las librerías son refugio, aunque no te guste leer te sientes protegido y en otro mundo ahí dentro. Me encanta el olor de los libros y el tacto, los colores que dan a la tienda. Solo por la decoración ya deberían ser obras de arte.
Las librerías de segunda mano son la salvación de los lectores, los libros nuevos son muy caros.
Me da pena que negocios tan antiguos tengan que cerrar porque a la gente no le apetece salir de casa.
La gente ya no puede vivir de su pasión, cada vez se lee menos, y cada vez es más difícil que un negocio prospere si no es de ropa o de bisutería; la sociedad cada vez es más frívola y superficial.
No nos interesa nada que no se pueda subir a Instagram, y el libro solo sirve para hacerse el intelectual. Solo nos interesa mirarnos el ombligo, y pese a dárnoslas de intelectuales porque tenemos un mayor acceso a la cultura que nunca en la Historia no tenemos ni idea de nada y en cuanto algo se sale de nuestra cuadriculada zona de confort entramos en pánico y colapsamos.
El problema de la cultura no es nuevo, se viene dando desde el siglo XIX, cuando periodistas como Larra criticaban esto mismo.
Mi pregunta es: ¿Hemos evolucionado?

Comentarios
Publicar un comentario