William Shakespeare y la pera poperina

"Ser o no ser, he ahí la cuestión"

Os traigo otro podcast de Todopoderosos (en Spotify), esta vez del grandioso William Shakespeare, para pervertiros un poco y que, como yo, no podáis escuchar la palabra "petar" de la misma manera.
Este vídeo lo explica todo.

En fin, perversiones aparte, me ha encantado este podcast, como todos los demás, por la profundidad de las reflexiones sobre Shakerspeare (ni el autor sabía cómo se escribía su propio apellido, cuando escribía el inglés estaba en periodo de formación y se lo iba inventando sobre la marcha. Por suerte o por desgracia nosotros tenemos a la RAE para controlarnos).

La importancia de este autor reside en su innovación en los personajes, por primera vez se ve una evolución de estos en las obras y hablan con lenguaje de la calle. Hacía personajes tan reales que podrías hablar con cualquiera de ellos en una cafetería sobre política o sobre filosofía. Personajes definidos y redondos, como cualquier ser humano. Llegó a tal nivel de avance que en Hamlet SE ADELANTÓ AL PSICOANÁLISIS DE FREUD TRES SIGLOS, razón por la que este príncipe danés es el personaje más difícil de interpretar del MUNDO.
Los tres mejores personajes literarios de la Historia son Hamlet, Don Quijote y Sancho Panza. Incluso los autores de ambas obras se conocieron en Italia, y se dice que Shakespeare leyó el Quijote e hizo una obra, ya perdida, inspirada en él.

Es increíble la complejidad de la que dotaba a sus personajes, desde Hamlet hasta Eduardo V, otra gran obra suya (con un prólogo precioso, del minuto 1:51 al 3:42). Habla de las suplencias y las maravillas del teatro, cómo un actor con una corona de cartón del Burger King pude ser un rey, mientras que en la televisión es necesario cuidar hasta el más mínimo detalle.

¿No tiene más magia imaginar las batallas que ver un croma con 2500 barcos hechos con el copia y pega porque el técnico quiere? ¿no tiene más mérito meter en la cabeza de mucha gente a la vez la misma imagen? ¿no es mejor hacer tanto con tan poco?
Yo prefiero el teatro por la opulencia, por el mundo de los sueños, por el calor del público, la adrenalina y la emoción. ¿Y vosotros?


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