Terceras impresiones del Rastro

El tercer día que he ido al Rastro he aprovechado para dibujar el perfil de la calle Ribera de Curtidores, también quería colorear los edificios y poner un detalle constructivo de la fachada en cada uno. No llevaba colores suficientes y al final solo he hecho la segunda parte.
Tras tan exhaustiva tarea he decidido tomarme un descanso en el local Martina Cocina, en la Plaza de Cascorro, una especie de bistró bohemio precioso con una decoración vintage fantástica.


Fue una experiencia muy interesante porque me senté al lado de unas chicas y no pude evitar escuchar su conversación mientras yo dibujaba (he de decir que estábamos a menos de un metro) y hablaban de los complejos, algo que queramos o no todos tenemos. Dijeron una frase muy bonita que se me ha quedado grabada: "piensa si los complejos están en los ojos de los demás o en los tuyos". 
Es muy interesante encontrarte conversaciones tan profundas por casualidad y formar parte de ella como una tercera persona pasiva (no penéis que soy una acosadora, por favor); puedes aprender mucho. Además creo que una de las chicas da charlas sobre el tema, por lo que dijo.

Una vez acabado el descanso y la comilona (buenísima, por cierto) bajé por la calle Embajadores, que no había visitado anteriormente. Me sorprendió la cantidad de peluquerías y barberías que hay, y descubrí una tienda de libros de segunda mano monísima que ya había visto a través de las historias de Instagram de Sofía.
Se llama Tuuulibrería y aunque solo sea por la decoración tenéis que ir.

También descubrí dónde estaba el Teatro Pavón Kamikaze, del que había visto publicidad pero no sabía dónde estaba.

Me habría gustado explorar más el lugar pero tuve que conformarme con los datos que recogí el domingo, aunque el arte urbano me dejó impactada.
Me ha sorprendido lo vacío que está el Rastro entre semana y el ambiente tristón que se respiraba, aunque también tuviese que ver que el día estaba nublado y que era temprano por la mañana.
Aunque parezca una tontería me ha chocado ver a los coches circular y aparcados, ni siquiera reparé en ellos el viernes pasado y el domingo la calle Ribera de Curtidores es peatonal (como bien sabéis)
Aun y con todo, esta visita me ha aportado menos que la que hice el domingo pasado, no sé si porque ya me estoy empezando a acostumbrar al Rastro o porque no estaba de humor para apreciarlo.

Tras la sesión crítica en clase de las cartografías me di cuenta de que tengo que aprender a mirar (¿eso se puede aprender o es algo innato a la persona?) , y de que a la hora de hacer los mapas ni me acordé de las tres palabras fundamentales para cualquier cartógrafo: mirar, escoger, representar.
Me propuse tener este cuatri la asignatura de DAI como prioridad sobre la de Proyectos, pero ahora no ha dado resultado. Esperemos que el próximo ejercicio sí, por lo menos lo tomo con mucha ilusión.



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